Dentro de la Unión Europea, podemos encontrar una gran diferencia entre los propios sistemas educativos implantados en cada país, principalmente por condiciones políticas. Además, cada uno de estos sistemas presenta ventajas e inconvenientes, por lo que no podemos determinar cuál es el sistema más eficaz de todos.
Se ha demostrado que el hecho de importar modelos educativos que parecen tener éxito en un país a otro país diferente no suele funcionar. Lo que que sí creo que se debería hacer es aprender de ellos y encontrar soluciones, pero siempre teniendo en cuenta la propia realidad social y la tradición de cada sistema educativo.
Observo que a pesar de los diferentes sistemas, los problemas detectados son bastante comunes, entre todos ellos, el principal problema que ha llamado mi atención es el fracaso escolar en la etapa de Secundaria obligatoria. Además, las soluciones aplicadas en cada uno de los países son muy diferentes, y son muy pocos los que lo han podido superar, como por ejemplo, Finlandia.
Por mi gran simpatía hacia la lengua francesa y por ser el sistema francés un referente para la educación española, voy a comparar desde diferentes perspectivas algunas de las diferencias de los sistemas francés y español.
En Francia, el Estado desempeña uno de los papeles más importantes en la educación, puesto que el sistema educativo está centralizado. El Estado se encarga de los planes de estudio, y dirige los procesos de aceptación del profesorado. Sin embargo, el sistema educativo español comparte la tarea administrativa con las comunidades autonómicas.
En España conviven varias lenguas en determinadas comunidades autónomas, por lo que la enseñanza se hace bajo otros modelos lingüísticos -como el catalán o el vasco-, mientras que en el caso del sistema francés, los once idiomas regionales existentes se pueden aprender de forma optativa, y no como idioma obligatorio durante el proceso de enseñanza.
Por otro lado, en España se da una mayor importancia a una educación bilingüe, por lo que aumentan estos centros impartiendo más horas de lengua extranjera. Otra de las diferencias es que debido al modelo de educación laico francés, en Francia no se imparte la asignatura de religión, mientras que en España es una asignatura optativa más.
Pienso que la gran diferencia entre estos dos sistemas educativos es que los cambios políticos en el gobierno español influyen de forma considerable en la educación española, mientras que en Francia la política no influye tanto.
Yo personalmente creo que los cambios educativos deberían llegar cuando la sociedad evolucione, y por lo tanto necesite una reforma, no cuando lo diga un partido político siguiendo sus propios ideales. Además, estos cambios deberían estar creados por profesores y especialistas en la educación.
Me ha gustado mucho esta entrada compañera. Múltiples son las diferencias y a mí personalmente me gustan los 2, con sus cosas positivas y sus cosas negativas. ¿Tú con cuál te quedas?
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