DECÁLOGO DE LA TUTORA
IDEAL
La tutora es
la profesora asignada para orientar y guiar a sus alumnos en su proceso de enseñanza-aprendizaje
integral. Será el puente entre alumnado, profesorado y familias. Una tutora
debe ser competente en su tarea de ayudar a sus alumnos, a los que tendrá que
conocer bien y conocer el contexto donde se desarrollan. Estas podrían ser
cualidades que contribuyen a ser una buena tutora:
- Cercana. Facilitará que todas las partes se sientan cómodas lo que da pie a que las personas se abran emocionalmente y surja una colaboración natural.
- Observadora. La ayudará a identificar necesidades con antelación, planificar la intervención y evaluar los resultados.
- Integradora. Promoverá que todas las personas se sientan parte del grupo independientemente de sus características.
- Implicada. Se involucrará en el proceso dándolo la importancia que tiene, estará disponible y trabajará responsablemente.
- Motivadora. Trabajará para que los alumnos se interesen por lo que hacen.
- Empática. Se pondrá en el lugar de los demás para poder actuar desde la comprensión.
- Conciliadora. Acercará posturas para llegar a acuerdos entre todos.
- Paciente. Porque la paciencia es la madre de la ciencia.
- Positiva. Porque centrarse en el lado bueno de las cosas es más útil y beneficioso.
- Resolutiva. Será capaz de encontrar soluciones.
Todas las cualidades que
contribuyan a que los alumnos lleguen a buen puerto serán pocas.
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