EDUCACIÓN en el 2030

 

EDUCACIÓN en el 2030

Me es difícil pensar que en el año 2030 el sistema educativo haya cambiado tanto teniendo en cuenta el ritmo  de su evolución. Si echo la mirada atrás, la educación no ha variado tanto a pesar de los cambios que se anuncian  siempre. El cambio más innovador y revolucionario que se iba a introducir en el sistema educativo que recuerdo en años de mi formación escolar, era que los alumnos ya no íbamos a seguir las clases a través de libros sino que cada uno dispondríamos de unas tablets para hacerlo. A fecha de hoy, sigo viendo a chiquillos cargados con mochilas llenas de libros de texto. Aún así, haré un esfuerzo para imaginarlo pues la sociedad avanza mucho más rápido que el sistema educativo pero es indudable que tarde o temprano se tendrá que actualizar, primero porque ambos se retroalimentan y segundo para poder dar respuestas a las necesidades sociales. La sociedad tiende a tecnologizarse por lo que es comprensible pensar que las escuelas se llenarán de herramientas propias de S.XXI. Estas herramientas tecnológicas tienen un alto poder motivador y darán muchas oportunidades para los cambios deseados. Favorecerán que el papel del profesor sea más un guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje orientado a enseñar a aprender a aprender en lugar de ser mero instructor. El alumno podrá desarrollar la autonomía más fácilmente. La organización de los centros podrán ser más flexibles en cuanto a horarios, materias o agrupaciones de alumnos.  Me encantaría vivir como docente la escuela del 2030 contribuyendo a todos estos cambios.